15 nov 2008

Madrigal de las altas Torres IlI (Avila)

PALACIO DE JUSTICIA O ARCO DE PIEDRA

"Si algo se advierte suntuoso -escribió Quadrado- en las ruinas de las mansiones particulares, es sin duda una portada del renacimiento decorada con delicado friso y con pilastras en el segundo cuerpo, conocida por el Arco de Piedra, dentro del cual ha fabricado un vecino su vivienda, que nos refirió la caída de aquellos muros demolidos y sembrados de sal por traición a la autoridad soberana..."

El Arco de Piedra es una hermosa fachada renacentista que se encuentra en la calle de El Oro. Allí está sola, adosada a la moderna construcción de su izquierda y vigilando el vacío solar al que en algún momento sirvió de puerta.
Su origen, como el de tantas cosas en Madrigal, no está lo suficientemente investigado como para asegurar su procedencia, pero sabemos que fue propiedad de una ilustre y poderosa familia, los marqueses de Castellanos, que poseían amplios terrenos en las provincias de Ávila, Salamanca y Cáceres, con casas palacio en los núcleos de población más importantes. Más adelante, los marqueses lo cedieron para convertirlo en Chancillería o Palacio de Justicia. Sobre su destrucción parece seguro que se debió a una orden real, como castigo a una traición, manteniendo su fachada para escarnio y advertencia. Algunos autores piensan que la afrenta pudo ser la revuelta de los Comuneros de Castilla contra el Emperador Carlos 1, otros que fue de un tal Antonio Pérez, que traicionó a Felipe 11. Sea como fuere, lo cierto es que hoy disponemos, en la visita a Madrigal, de lo que podríamos llamar un "retablo-portada", que padece algunos grotescos añadidos, como la tapia ruinosa, protegida por el dintel de la puerta.

El análisis artístico podemos hacerlo desde dos puntos de vista diferentes, dependiendo de que la obra sea de un escultor o de un arquitecto, pues al no existir el resto del edificio, no podemos valorar su entorno.
Si pensamos que el autor fue un arquitecto, es posible que se trate de Alonso de Covarrubías, que trabajó en Madrigal y su comarca. Por la ausencia de granito en la zona, p
or la falta de uso de este material en los edificios del lugar y los alrededores, y por la claridad del despiece de los sillares, es posible que se labrara lejos de Madrigal y que una vez terminada se trasladara y montara donde hoy se encuentra.
Ahora bien, lo más probable es que se trate del trabajo de un escultor, porque no conforma un espacio arquitectónico en sí misma, y porque su composición se hace en retablos, fondos arquitectónicos de sepulcros y decoraciones de muros, teniendo, eso sí, el escultor una derivación clara hacia la arquitectura.
Dos pilastras con columnas adosadas sostienen la portada y entre ellas, el ruinoso y desagradable añadido de una puerta y un balcón en un muro de adobes sin ninguna relación con la fábrica original. La portada tiene dintel y frontón curvo, rematada por una cornisa sobre la que iría un segundo piso, iluminado por la preciosa ventana adintelada, con blasón incluido, de la parte superior.
La fachada está repleta, en todas sus partes, de roleos y otros motivos propios de la arquitectura lombarda, lo que nos lleva a creer que pertenece a la escuela de Francelli y Vasco de la Zarza, siendo quizás la propia mano del último la que llevó a cabo la obra.
Aunque la labra de los sillares está deteriorada por la progresiva disgregación de los elementos del granito, y la dovela superior ha precisado de un apuntalamiento urgente, el estado general es bastante bueno y permite disfrutar de su belleza.

PALACIO DE LOS POSTALES

Sembrada está Madrigal de casonas palaciegas con rancia hidalguía castellana que, aunque no suelen levantar más de dos pisos, son mansiones de gran tamaño.
Sus formas sencillas, sus ángulos rectos, sus grandes ventanas amparadas por herrumbrosas rejas, las losas que enmarcan las puertas y, cómo no, los escudos de armas, proclaman a propios y extraños el abolengo de sus primeros moradores
avientos ni excentricidades, las fachadas sencillas y reflejan el linaje castellano de sus propietarios.
De todas las casas palaciegas de Madrigal, hemos escogido la que perteneció a la rica e importante familia de los Pocostales. El edificio, que fue construido en el siglo XV, es de tales proporciones que tuvo capilla y cementerio propio, un enorme salón en la parte superior, así como un patio con columnas y galería. En su fachada distinguimos dos hermosos blasones y en el dintel de la puerta, labrado, el escudo del Santo Oficio. Esta señal sobre la entrada de la mansión, hoy dividida en dos casas particulares, indica que fue residencia del comisario del Santo Oficio.
Como en todas las localidades importantes, en la villa existía un comisario del Santo Tribunal, que dependía de Valladolid. Aunque el cargo no daba potestad para realizar detenciones ni para juzgar delitos, estos personajes recibían las denuncias y recogían las pruebas que luego remitían a los inquisidores.
Tampoco cobraban sueldo alguno, aunque sacaban suculentos beneficios de los certificados de pureza de sangre.
La dureza de los castigos y la fragilidad de las pruebas aportadas, conferían a los comisarios un dañino poder casi ¡limitado. El miedo a la denuncia, pues la verdad o falsedad se resolvía con la tortura del acusado, convirtió a estos hombres en seres prepotentes, despiadados, viles y ruines, al amparo del terror
.
Quizás, merece la pena hablar aquí de un gran comisario, hombre de fe y de justicia, que habitó el palacio del que hablamos. Juan Bernal de Pocostales es recordado en Madrigal por su buen hacer y su generosidad, manifestada en las varias obras pías que fundó para estudiantes pobres de la comarca y en sus donaciones a la iglesia de San Nicolás de Bari.
LA SINAGOGA
Aunque nada queda ya que recuerde la existencia de la Sinagoga, parece ser que una de las grandes casas de Madrigal tuvo como función original servir de culto, oración y reunión a la comunidad hebrea de la localidad. Este edificio, que se encuentra en la parte más alta de la villa, mantiene sus muros en un estado de conservación excelente. Según Luciano Represa, la Sinagoga fue terminada de construir en el mes de septiembre del año 1025, aunque más adelante se le añadió el hermoso palacio cuya estructura permanece hasta nuestros días. Adosados a sus paredes y protegidos por una verja, se pueden apreciar los restos de la capilla que poseyó, y que dieron nombre a la calle.
No tenemos constancia del momento en que los judíos se asentaron en Madrigal, pero en la época del rey Juan II de Castilla constituían una comunidad relativamente amplia, muy próspera y con mucho poder.


Dedicados a negociar con productos agrícolas y
pecuarios, y al prestamismo, Isabel la Católica dictó órdenes contra ellos, prohibiendo la usura y obligándoles a colocar estrellas de David en las rejas de sus casas y en sus vestidos, en el año 1476. Poco después fueron convertidos al cristianismo o expulsados.

EL CONVENTO AGUSTINO DE EXTRAMUROS

Fuera del recinto que debió estar amurallado se yerguen, sobre los campos de cereal, las ruinas de una grandiosa construcción. Se trata del Convento Agustino de Madrigal, un impresionante edificio destruido por la intemperie y la incuria humana.
Al principio, este lugar era un ermitaño o beaterio, creado en 1353, por la arevalense doña María Díaz. Aunque el nombre era de Santa María de la Piedad, parece ser que las devotas mujeres que allí vivían, que no pertenecían a ninguna orden o regla religiosa establecida, rezaban bajo la advocación de San Hilarión, un "padre del desierto", un ermitaño que vivió en el mismo lugar, y al que los agustinos le construyeron una iglesia en el ala izquierda. Casi un siglo después, en 1438, se hicieron cargo de] convento las madres agustinas, bautizándolo de nuevo, y esta vez con el precioso nombre de Santa María de Gracia. Poco o nada conserva de la primitiva fábrica, pues el edificio que habitaron las monjas sufrió añadidos, reformas, restauraciones y demoliciones.
Siempre fue la congregación de las madres agustinas de Madrigal, reunión de importantes damas de la nobleza española, y buena prueba de ello es que en el Convento de Extramuros, profesaron doña Esperanza y doña María de Aragón, hijas naturales de Fernando el Católico, por orden de su esposa Isabel, así como una hija ¡legítima del emperador Carlos 1, que falleció muy joven ahogada en un pozo. Tal importancia concedieron los Reyes Católicos al monasterio que prohibieron matar sus palomas, bajo pena de sesenta maravedíes y pérdida de las armas. El dinero de la multa sería la mitad para el convento y la mitad para la justicia.
En el ...7, después de trasladarse al palacio de Juan 11, doña María de Aragón, priora en la fecha, se lo ofreció a los frailes de su orden, siendo provincial de Castilla santo Tomás de Villanueva. El concejo de la villa puso algunos reparos a la donación, exigiendo que sí algún día era abandonado, volviera a propiedad de las monjas.
Con los agustinos adquirió gran importancia, desarrollando una intensa labor docente en teología, humanidades, filosofía y leyes, y alcanzando el grado de Casa Capitular de la provincia de Castilla. Sus propiedades incluían los términos de Astudillo, Piteos, Mamblas y Fuentes de Año. Como muestra de su relevante papel, podemos recordar que el abad Diego Escobar, en 1566, era el capellán de la reina de Portugal. Durante el siglo XVI, se realizan los cambios más importantes en el edificio, auspiciados por el cardenal Gaspar de Quiroga, que lo amplía y modifica concediéndole además importantes obras pías. Pero si algo hace famoso al convento, es la trágica historia de la muerte de fray Luis de León, el 23 de agosto de 1591, entre estos muros, aunque recibió sepultura en Salamanca.

En 1835, tras haber sido estafados por el malvado caballero de Calatrava, Rojas Melgarejo y Olivares, los padres agustinos se vieron amenazados por la desamortización de Mendizábal y decidieron simular una venta. Escogieron para ello al sobrino de un fraile provincial, llamado Manuel Villar Pérez, presbítero, vecino y natural de Brahojos, con el acuer~ do de que al llegar tiempos mejores recuperarían el monasterio. No hubo dinero en el trueque, pero cuando los frailes te pidieron que devolviera la finca y retractara la escrituras, se negó, y posteriormente la vendió por partes. Piedras, cua~ dros, tapices, muebles, maderas, todo cuanto había de valor fue expoliado. En 1890, un sobrino del canalla, Saturnino Villar, vendió los restos del convento a don Augusto Sobrino, bisabuelo de los actuales propietarios,
La arquitectura del edificio tenía una planta escurialense y 50.000 metros cua4rados de superficie total. En la fachada, de más de 200 metros de larga, podemos apreciar la existencia de dos torres rematando las esquinas, que se correspondían con el entorno público y privado, respectivamente, del monasterio y cátedra. El arquitecto de la segunda construcción, que le confiere la grandiosidad que sus ruinas delatan, fue Nicolás de Vergara, persona muy ligada a Herrera, y es muy posible que este último trabajara también en el proyecto; por eso, y por sus proporciones, fue llamado "el segundo Escorial".
El claustro, del que quedan interesantes restos, era de estilo berroqueño herreriano, perteneciente a la arquitectura civil, con doble hilera de arcos enfilados en planta cuadrada con enormes bloques de granito.
Recuerdan sus restos al monasterio de Moreruela, en la provincia de Zamora, también abandonado y deshecho, pero cuyas enormes proporciones delatan un esplendoroso pasado



Hijos Ilustres


ISABEL LA CATÓLICA

El día 22 de abril, del año del Señor de 1451, Jueves Santo de Pascuas Floridas, nació, para gloria de Madrigal, en el palacio de su padre en la villa, Isabel la Católica.

Vino al mundo en la modesta alcoba que ocupaba su madre en el primer piso, sin la pompa y el alboroto que correspondía a su real linaje, quizá como premonición de su sufrida y retirada juventud. Enrique IV. Dedicado a la vida alegre y licenciosa, el nuevo rey olvidó a su familia hasta que el marqués de Villena planteó la posibilidad de casar a la princesa Isabel con el viudo Alfonso V, de Portugal, para eliminar a la principal opositora de la princesa Juana.
Contestóle la princesa al lusitano con una diplomática evasiva y el 24 de septiembre de 1468 su hermano la nombró heredera, repudiando a su esposa y a su hija Juana, "la Beltraneja", y prometiendo no casar a Isabel sin su consentimiento.
Estando ya interesada, y en secreto negociada, su boda con Fernando, llegó a Madrigal el cardenal Albi para solicitar la mano de la princesa para el duque de Guyena, hermano del rey de Francia. Con no menos habilidad que en sus anteriores pedidas, Isabel evitó una respuesta que dañara su política exterior.
Protegido por las lanzas que el arzobispo Carrillo mandó a Burgo de Osma para darle escolta, llegó a Madrigal don Fernando, y al día siguiente desposó a Isabel en la iglesia de San Nicolás de Bari, marchando después a Valladolid donde celebraron bodas y festines.
Después de morir Enrique IV, Isabel fue coronada reina de Castilla y León, sin la presencia de su esposo, el 13 de diciembre de 1443.
En 1476 celebró Cortes en Madrigal y se despidió de la villa. Tanto quiso la reina a su lugar de nacimiento, que sólo las transcendentales obligaciones que la reclamaban pudieron apartarla de sus paisanos.
Desde entonces, Madrigal de las Altas Torres adora a su reina, a la que siempre mostraron su afecto y fidelidad y a la que le deben que el nombre de la villa sea conocido por todos los españoles



ALONSO DE MADRIGAL

''EL TOSTADO"
En una casa situada frente a la iglesia de San Nicolás de Bari, nació, en el año de 1400, don Alonso Fernández de Rivera, apodado el Tostado, que " así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de su patria y llamarse" Alonso de Madrigal.

Llamado también el Abulense, este insigne teólogo y humanista, es, probablemente, la más prolífica figura de las letras españolas.
Tan precoz fue su lucidez e inteligencia, que los padres franciscanos lo llevaron a su convento de Arévalo para comenzar su instrucción. De allí salió, a los quince años de edad, merced a una beca del obispo Anaya, para el Colegio Mayor de San Bartolomé, de la Universidad de Salamanca. Estudió filosofía, teología, leyes, latín, griego y hebreo, doctorándose en 1425. Al terminar sus estudios, fue nombrado Rector del Colegio de San Bartolomé y Maestreescuela de la Universidad de Salamanca, desempeñando ambos cargos con ejemplar rectitud, inteligencia y generosidad.
De su prodigioso cerebro nos han llegado múltiples anécdotas, aunque su fecunda obra es el más significativo ejemplo. Precisamente, sus escritos sobre el amor y la mujer le granjearon la enemistad del dominico fray Juan de Torquemada, por lo que se vio obligado a huir a Roma, tras redactar "El defensorio de sus proporciones". En el Vaticano, su virtud y sabiduría cautivaron al Papa y al cuerpo cardenalicio, que le envió al Concilio de Basilea.
Bajo la protección real y papal, regresó a España en 1444 para ingresar en el monasterio cartujo de Scala Dei, pero salió muy pronto de allí para servir de consejero al rey Juan 11 de Castilla, que le nombró canciller y abad de Valladolid. En 1449, el papa Eugenio IV le otorgó el obispado de Ávila, cargo que ocupó con hidalguía y esmero hasta que, estando de descanso en Bonilla de la Sierra, cámara de su Silla y residencia veraniega de los obispos, le llegó la muerte en el atardecer del 3 de septiembre de 1455.
Alonso de Madrigal fue la primera figura teológico española propiamente dicha, abriendo los caminos de la interpretación bíblica a la espiritualidad y al tomismo del padre Báñez.
Como no podemos, en tan corto espacio, ni referir siquiera toda la obra de tan productivo escritor, sólo mencionaremos que sus "comentarios" sobre los textos de la Biblia fueron publicados, tras salvarse milagrosamente de un naufragio, en 20 volúmenes titulados "Opera Omnia", por el cardenal Cisneros, entre los años 1507 y 1531.


Gaspar de Quiroga

De las ilustres familias Vela y Quiroga, nació el 13 de enero de 1512, en Madrigal, don Gaspar de Quiroga, hombre singular y magnífico que alcanzó los más altos honores eclesiásticos y cuya enorme humildad impidió que ejerciera el supremo poder político.
Tras estudiar en el colegio de Oviedo en Salamanca y alcanzar doctorado y cátedra, en 1540 fue nombrado vicario general de Alcalá y en 1546 llegó a Roma, para ocuparse del cargo de auditor de la Rota, donde fue apreciado por el papa Paulo IV
Felipe II le encomendó, en 1559, la visita del reino de Nápoles y de todas las provincias con todas las facultades. Cuatro años después regresó a Barcelona y el rey le recompensó por su labor, dándole una plaza del Supremo Consejo de justicia, con la de la Santa General Inquisición. Tras varios años de servir al rey en las más difíciles misiones, el 20 de abril de 1573 se posesionó del cargo de Inquisidor General y entró a formar parte del Consejo de Estado, encargándole el monarca la superintendencia en las juntas que se hacían en su casa, palacio de Flandes.
Desde este cargo reformó el convento agustino de Extramuros de Madrigal y lo favoreció con obras pías, liberó a fray Luis de León de su prisión, convocó sínodos, bautizó príncipes y fue nombrado arzobispo de Toledo. En 1578, el Papa Gregorio X, a instancias del rey, le nombró cardenal.
Muchos fueron los actos que este gran pelirrojo, de complexión recia y comer templado, hizo por la corona, por su país, por su iglesia y por su administrada Toledo, hasta que le llegó la muerte de madrugada el 20 de noviembre de 1595, tras recibir la visita del rey.

Los mejicanos quieren a este hombre como si de un santo se tratase, adjudicando a su mano diferentes milagros. No es extraño este amor que profesan a su figura, pues Tata Vasco, Padre Vasco en lengua nativa, protegió a los indígenas con fervor y justicia, les aportó cultura y religión y les gobernó con sabiduría. Admirador de Tomás Moro, aplicó su Utopía, organizando un sistema de provisión de alimentos en las cosechas buenas para los años de penuria y para cubrir las necesidades de los enfermos y ancianos. Adiestró a los diferentes pueblos en distintos oficios, de tal manera que cada uno de ellos tenía un quehacer distinto y facilitaba el aprendizaje de los más jóvenes, garantizándoles un medio de vida, y aseguraba la supervivencia de la comarca a través del comercio interno.
No es por tanto fácil encontrar otro ejemplo similar, de labor social desinteresada, en la historia de la humanidad.

GASPAR DE QUIROGA

De las ilustres familias Vela y Quiroga, nació el 13 de enero de 1512, en Madrigal, don Gaspar de Quiroga, hombre singular y magnífico que alcanzó los más altos honores eclesiásticos y cuya enorme humildad impidió que ejerciera el supremo poder político.

Tras estudiar en el colegio de Oviedo en Salamanca y alcanzar doctorado y cátedra, en 1540 fue nombrado vicario general de Alcalá y en 1546 llegó a Roma, para ocuparse del cargo de auditor de la Rota, donde fue apreciado por el papa Paulo IV
Felipe II le encomendó, en 1559, la visita del reino de Nápoles y de todas las provincias con todas las facultades. Cuatro años después regresó a Barcelona y el rey le recompensó por su labor, dándole una plaza del Supremo Consejo de justicia, con la de la Santa General Inquisición. Tras varios años de servir al rey en las más difíciles misiones, el 20 de abril de 1573 se posesionó del cargo de Inquisidor General y entró a formar parte del Consejo de Estado, encargándole el monarca la superintendencia en las juntas que se hacían en su casa, palacio de Flandes.
Desde este cargo reformó el convento agustino de Extramuros de Madrigal y lo favoreció con obras pías, liberó a fray Luis de León de su prisión, convocó sínodos, bautizó príncipes y fue nombrado arzobispo de Toledo. En 1578, el Papa Gregorio X, a instancias del rey, le nombró cardenal.
Muchos fueron los actos que este gran pelirrojo, de complexión recia y comer templado, hizo por la corona, por su país, por su iglesia y por su administrada Toledo, hasta que le llegó la muerte de madrugada el 20 de noviembre de 1595, tras recibir la visita del rey
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SOR CATALINA DE CRISTO
El 28 de octubre de 1544, mientras sonaban las campanas que llamaban a misa mayor, nació, en Madrigal de las Altas Torres, doña Catalina Balsameda y Bustamante. Alma cándida y piadosa, sufrió en su juventud una terrible enfermedad que, según ella misma, superó gracias a una promesa hecha a la Virgen de Santa María del Castillo.
Pasó por Madrigal Santa Teresa de jesús, yendo del convento de Duruelo a Medina del Campo, el 1 de julio de 1568, y pudo comprobar Catalina el fervor popular que despertaba la santa, por lo que dos años después tomaba los hábitos en el convento de las Carmelitas Descalzas de Medina del Campo, con el nombre de Catalina de Cristo.
Desde muy temprano gozó de la amistad y frecuente correspondencia epistolar con la fundadora, que se cristalizó el 13 de junio de 1581, cuando fue nombrada priora del convento de Soria.
En 1583, se traslada a Pamplona, para encargarse de la fundación. Su permanencia en esa ciudad se vio afectada por varias enfermedades, agravadas por sus continuas mortificaciones, pero la fama de su virtud creció con sus buenas obras.
En 1588 se convirtió en fundadora y priora del convento de Barcelona, sin perder su convalecencia hasta que el 3 de enero de 1594, bien entrada la noche, fallecía en su celda.
Como su cuerpo se mantuviera incorrupto hasta nuestros días, en el convento de Pamplona, y se asegura su intercesión en varias curaciones milagrosas, en la actualidad se halla en proceso de beatificación.

EL PASTELERO DE MADRIGAL: ¿IMPOSTOR, NOBLE O REY?

Don Juan III de Portugal tomó por esposa a una hermana del rey de España Felipe II y tuvieron un solo hijo: don Sebastián, cuya educación quedó al cargo de los marqueses de Castañeda.
María de Espinosa, hija de ricos labradores de Madrigal y relativamente cultivada, marchó a Lisboa como doncella de los marqueses. Su sencilla hermosura pudo atraer al rey portugués, quien la enamoraría con facilidad. Lo cierto es que poco después de su llegada, y preñada de un bastardo, los marqueses la enviaron a Toledo para dar a luz a Gabriel de Espinosa, El Pastelero de MadrigaL En esta ciudad recibió una esmerada educación, tal vez pagada por don Juan.
Cuando el niño creció, volvieron a Madrigal y un fraile portugués del monasterio agustino de Extramuros, fray Miguel dos Santos, se percató del gran parecido que existía entre Gabriel y don Sebastián, este último desaparecido en Alcazarquivir en 1578. Enterado de las semejanzas, el anciano vicario del convento fraguó un ingenuo plan para conseguir importancia política a través de los amoríos del Pastelero con doña Ana de Austria, que le creyó su primo el rey don Sebastián. Gabriel, a través de regalos preciosos y maneras refinadas, cortejó a la distinguida novicia, hasta que sus amores fueron descubiertos.
Como era de esperar, el asunto acabó mal para los interesados, siendo ella recluida en Ávila, aunque murió abadesa de Las Huelgas de Burgos, el fraile ahorcado en Madrid, y el pretencioso Pastelero, en la tarde del primer día de agosto de 1595, "arrastrado por las calles de Madrigal, ahorcado, decapitado y descuartizado en cuatro partes, cada una de las cuales se colgó de una puerta de la villa".

En esta importante villa castellana de Madrigal de las Altas Torres, y durante el siglo XVI, tuvieron lugar una serie de hechos que marcaron para siempre su historia y su carácter. Nos referimos, naturalmente, al episodio del "Pastelero de Madrigal", una historia con las suficientes dosis de misterio como para convertirse en fuente inspiradora de obras literarias, desde el Siglo de Oro (Lope de Vega, por ejemplo) hasta el siglo XIX (José Zorrilla y la novela de Fernández y González) sin olvidar, ya en nuestro siglo, la obra de Mercedes Fórmica"

110 Una vez más, se comprende cómo la Historia se muestra, a veces, incapaz de explicar los hechos que relata y da lugar, por tanto, a la interpretación, a la fantasía y ¡cómo no!, a la polémica.


Pero vamos a seguir la historia.

Encontramos, en primer lugar, en el trono de Portugal al Rey Don Sebastián, hijo de Don Juan Manuel, que accede al trono muy joven y que muestra un carácter bastante influido por la educación que recibe de un fraile jesuita, que le inculca ciertos aires de grandeza y el afán de combatir a los infieles africanos. Por otro lado, sabemos que era sobrino de Felipe II, y es conocida la apetencia del Rey castellano hacia el trono de Portugal para conseguir la unidad peninsular, tan ansiada desde tiempos de la Reconquista.
En 1578, desoyendo a todos los que le desaconsejaban la lucha contra el moro, Don Sebastián se lanza a una batalla terrible y cruenta ocurrida en Alcazarquivir, donde sufre una desastrosa y humillante derrota en la que desapareció.

Portugal se queda sin rey y sin heredero y, tras una serie de luchas armadas, Felipe 11 accede al trono de Portugal, no sin cierta oposición popular, pues entre el pueblo surgió una corriente conocida como "Sebastianismo" que rechazó siempre la idea que Don Sebastián había muerto y que propició la aparición de una serie de personas que decían serlo.
110 Un estudio minucioso e histórico está realizando D. César Fernández Beobide sobre toda la documentación que existe sobre el tema. Otro similar, pero desde el punto de vista jurídico lo está trabajando D. Fernando Fernández Blanco.
En Madrigal de las Altas Torres, y alrededor de 1590, se dan cita los tres personajes que van a configurar la Historia de "El Pastelero de Madrigal", en una mezcla de realidad y leyenda.
El primero de estos personajes es Fray Miguel de los Santos, un monje portugués de la orden de los agustinos, que había sido confesor en la Corte del Rey Don Sebastián y que había apoyado al Prior de Crato en sus apetencias de suceder al Rey Don Sebastián. Por ésta y otras razones, Felipe 11 le obliga a salir de Portugal.
El segundo personaje es Doña Ana de Austria, hija natural de Don Juan de Austria (hermanastro de Felipe 11) y que, a la sazón, permanecía como monja en el Convento de Madres Agustinas de Madrigal111.
Por último tenemos a Gabriel de Espinosa, al parecer, hijo natural del Rey Don Juan Manuel y una dama madrigaleña llamada María Pérez y por tanto hermanastro de Don Sebastián, con el que lógicamente debía guardar gran parecido físico. Y será, precisamente, este parecido físico, el detonante del misterioso episodio.
Fray Miguel de los Santos viene a Madrigal, quizás siguiendo un plan preconcebido, y advierte enseguida el parecido entre Gabriel Espinosa y Don Sebastián. Sea por reconocerlo como el verdadero rey o sea por iniciar una trama, el caso es que pone en contacto a Espinosa con Doña Ana de Austria, a la que tienta ciertamente la idea de convertirse en reina de Portugal.
111El antiguo libro de profesiones existente en este convento desde 1470, dice así en su página 86:
In nómine Dómini mii Jesuscristi benedicti, Amén. En el año del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo de mil quinientos ochenta y nueve a doce días del mes de noviembre, yo Dª María Ana de Austria, hija del Serenísimo Píncipe D. Juan de Austria hermano del Rey nuestro Señor (Felipe 2º ) cumplido el tiempo de mi probacíón, hago profesión y prometo obediencia a Dios Todopoderoso y a la Bienaventurada Virgen Santa María y al Glorioso P. nuestro San Agustín y a Vos el muy Reverendo R Maestro E Pedro de Rojas Provincial de la Orden de nuestro R San Agustín en esta provincia de Castílla y Vicario General de las Indias y a Vos la Señora D'Mariana Argumanes Priora de este Monasterio de nuestra Señora de Gracia el Real de la Villa de Madrigal en nombre del Reverendísimo P Maestreo Gregorio Elparensi General de la Orden de nuestro R San Agustín y de todos sus sucesores y prometo de vivir sin propio y en castidad hasta la muerte según la Regla de nuestro R San Agustín, y ruego a Vos el dicho R Provincial aceptéis esta mi profesión, en fé de lo cual la firtno de mi nombre E Pedro de Rojas Provincial = = DªMariana de Argumanes Priora = = DªAna de Austria = =
Para preparar el viaje a Portugal, Doña Ana le entrega a Espinosa unas joyas familiares y, por una imprudencia de éste, es detenido en Valladolid, encontrando en su poder dichas joyas y además unas cartas en las que se le trata de "Majestad", hechos ambos por los que es encarcelado en prevención. Pero más adelante, se empieza a sospechar toda la trascendencia que parece encubrir la historia.,
Da comienzo un proceso en Madrigal, guiado siempre por Felipe 11 y, caracterizado, por la constante ambigüedad que mantiene Gabriel de Espinosa en cuanto a sus manifestaciones, sus modales y su sereno comportamiento. Los testimonios se dividieron entre la confirmación o la negación de si se trataba del Rey D. Sebastián112 .
De todos modos el proceso sigue su curso y desemboca en una sentencia condenatoria de 1 de agosto de 1595.
Es de resaltar que fue arrastrado, ahorcado y posteriormente descuartizado por el verdugo; cada uno de los trozos se colgaron en las cuatro entradas de la muralla y la cabeza en la fachada del Ayuntamiento de la villa.
Respecto a los otros personajes de la historia, sabemos que Fray Miguel de los Santos, después de degradado, fue ahorcado en la Plaza Mayor de Madrid, y que Doña Ana de Austria, fue condenada a reclusión rigurosa durante cuatro años en el Convento de Nuestra Señora de Gracia de Ávila, y desposeída de sus privilegios. Años después obtuvo el perdón de Felipe II, quien la nombró Abadesa perpetua del Monasterio de las Huelgas de Burgos.
Otros personajes sufrieron destierro, galeras o fueron azotados públicamente.
112 El proceso se conserva íntegro en el A. G. S. Estado. Legajos 172 y 173
Qué esconde realmente esta historia?


El proceso no solamente no aclara nada, sino que da lugar a muchos interrogantes:
¿Era Gabriel de Espinosa el Rey Don Sebastián?
¿Se trataba de un hermano bastardo de éste?
¿Fue toda una intriga o conjura política y el Pastelero no fue más que un impostor?


FIESTAS Y CURIOSIDADES

Madrigal se engalana ciertos días del año para disfrute de todos los que se encuentren en la villa. Unas son fiestas oficiales y otras costumbres populares antiguas que se recuerdan y mantienen como nexo a su propia historia civil, historia de simples ciudadanos que no figuran en los libros

EL CRISTO DE LAS INJURIAS

Saiiendo el 14 de Septiembre la fecha del patrón, esta celebración se alarga por espacio de una semana, en la cual, además de los actos religiosos del día correspondiente, con procesión incluida, en la que la imagen del Santísimo Cristo de las Injurias recorre las calles de la localidad, se desarrollan los festejos taurinos. Empezando con los tradicionales encierros al estilo de la, villa, seguidos por capeas vespertinas, concursos de cortes al novillo y encierros a caballo e infantiles. Además, se organizan múltiples actividades, como desfile de carrozas, competiciones de moto-cross, carreras de galgos con liebre viva, concurso de arada y habilidad con el tractor y visita de peñas, para el disfrute de oriundos y foráneos.

SAN NICOLÁS DE BARI

Segunda fiesta patronal del pueblo, se celebra el día 6 de Diciembre, y en ella se desarrollan solemnes actos religiosos en honor de San Nicolás de Bari.
SEMANA SANTA
La belleza de los pasos que habitan en las iglesias de Madrigal y que salen en procesión durante la Semana Santa confiere un interés especial a la visita durante estas fechas.
El Domingo de Ramos, como es tradicional, los hombres de la villa transportan la imagen de "la borriquilla". El Jueves Santo salen a la calle los pasos de "Jesús en el huerto de los olivos", "las Magdalenas", "Jesús de Nazareno", "el Cristo de la Caña", "el Cristo de la Columna', "la Soledad", etc. El Viernes Santo, la procesión del Silencio con "el Santo Sepulcro" y "la Virgen Dolorosa'. El domingo de Resurrección recorren las calles "el Resucitado" y "la Virgen". Durante estas fiestas se lleva a cabo un tradicional juego de bolas, conocido con el nombre de Los Borregos
.

SAN ISIDRO LABRADOR

Fiesta de los agricultores, que es celebrada el 15 de mayo por toda la población, en la que hay una romería, con misa campestre, procesión y bendición de los campos.
En el lugar escogido, los cofrades sortean entre los miembros de la cofradía los diferentes regalos donados por las industrias locales y comarcales

LUNES DE AGUAS
Como en otros muchos municipios de la Comunidad Autónoma, en esta fecha, el segundo lunes después del domingo de Resurrección, se realiza una masiva excursión campestre.

COSTUMBRES GASTRONÓMICAS


La esencia tradicional de la cocina de Madrigal se encuentra en sus característicos asados al horno de leña y su exquisita repostería, incluyendo:

*Pastas de Madrigal.
*Rosquillas panaderas.

* Empanada de arrope y dulce de calabaza.

* Huesillos de carnaval.

* Lechazo de cordero asado.


* Cochinillo asado.

* Chorizo y lomo de la olla.

* Cocido con garbanzos morañegos.

El dia que visite este pueblo fué inolvidable para mi

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